Los recubrimientos metálicos son el método más común para protección de la corrosión,  creando una barrera entre el metal base y el ambiente, de manera que este recubrimiento se corroe en lugar del metal subyacente, en Etal realizamos diferentes tipos de recubrimientos:

Plateado

Los recubrimientos con plata, se caracterizan por un color blanco brillante, con diferentes acabados: mate, semi-brillante y brillante. Tiene aplicaciones industriales, en donde es requerida una alta conductividad eléctrica, ya que es una propiedad inherente a este metal. El espesor del acabado puede ir desde 1 micra hasta 10 ó más. El recubrimiento con plata puede aplicarse sobre cobre, latón, aluminio, acero. Tenemos a su disposición una línea de plateado con 4 baños de capacidades: 218L  y 90 L.

Zincado

Es el electro-depósito de Zinc sobre materiales, generalmente acero, en espesores desde 1 a 15 micras, su principal uso es proteger la superficie de la corrosión. El color  recubrimiento que aplicamos es gris metálico, con acabado mate. Contamos con una línea de zincado con capacidad de sumergir  piezas de hasta 40 cm de longitud.

Cromado

El depósito de cromo se realiza principalmente sobre aceros, en espesores entre 1 a 20 micras o más.  El cromo tiene la propiedad de ser altamente resistente a la corrosión, a la abrasión, tiene excelente dureza y lustre. Se aplica en partes de carros, herramientas, artefactos para gas, etc. Contamos con un baño que tiene una capacidad de  90 Litros.

Estañado

Este recubrimiento se aplica principalmente en aleaciones de acero, cobre, latón, con espesores, este recubrimiento se usa como protección de la superficie metálica, mejora en buena parte la soldabilidad, y tiene un  punto de fusión bajo (por debajo de los 400°C). El color del recubrimiento es gris metálico, con acabado mate. Contamos con un baño de 90 Litros.

Pintado

Aplicamos pintura en polvo electrostática negra, usando una pistola especial para polvo. Básicamente el polvo se carga electrostáticamente y se adhiere sobre la superficie metálica perfectamente limpia, para finalmente calentar la pieza y obtener un  recubrimiento continuo, dando un acabado limpio y mate, el cual ayuda a proteger la pieza del ambiente. 

Adicionalmente para verificar la calidad de los recubrimientos, podemos realizar diferentes pruebas y mediciones indicadas en la norma ASTM o las normas internas de su empresa.